Monolitos...
Muchos no creerían cuando se habla de poderes energéticos, pero es muy cierto y tal vez y los monolitos con sus cargas energéticas tanto femeninas como masculinas podrían dar credibilidad de lo dicho. La ciudad de Quito tiene vida.
Pogacnik descubrió que esta ciudad andina se ha forjado a lo largo de un eje que se extiende como columna vertebral, de norte a sur. Este eje puede percibirse como un canal energético que conecta al Océano Atlántico con el Pacífico.
Hay varias evidencias históricas de que las culturas indígenas conocían esta ruta, ya que algunos de sus sitios más sagrados están alineados con el canal energético; por ejemplo: las pirámides de Cochasquí, las lagunas de Mojanda y los montes Imbabura y Atacaso. Sitios que están a pocos kilómetros de Quito, que constituyen una carga energética poderosa, me imagino que para los incas se centro de liberación
Muchos no darían importancia a esto, sin embargo este escultor decidió recuperar y capturar la energía a través de la acupuntura: esculpió 11 monolitos de piedra y placas de bronce con diseños andinos, cada uno con su propia simbología, que funcionan a manera de las agujas que se utilizan en esta terapia ancestral. Se encuentran, de norte a sur, en los parques de El Batán, La Carolina, La Circasiana, Matovelle, en la Plaza Grande, El Panecillo (Shungoloma, como le llamaban los antiguos), en el parque de la Magdalena, Santa Anita 2, Chillogallo, Itchimbía y en el parque Lineal. Este conjunto escultórico fue trabajado a mano, en piedra originaria del volcán Pichincha.
Pogacnik descubrió que esta ciudad andina se ha forjado a lo largo de un eje que se extiende como columna vertebral, de norte a sur. Este eje puede percibirse como un canal energético que conecta al Océano Atlántico con el Pacífico.
Hay varias evidencias históricas de que las culturas indígenas conocían esta ruta, ya que algunos de sus sitios más sagrados están alineados con el canal energético; por ejemplo: las pirámides de Cochasquí, las lagunas de Mojanda y los montes Imbabura y Atacaso. Sitios que están a pocos kilómetros de Quito, que constituyen una carga energética poderosa, me imagino que para los incas se centro de liberación
Muchos no darían importancia a esto, sin embargo este escultor decidió recuperar y capturar la energía a través de la acupuntura: esculpió 11 monolitos de piedra y placas de bronce con diseños andinos, cada uno con su propia simbología, que funcionan a manera de las agujas que se utilizan en esta terapia ancestral. Se encuentran, de norte a sur, en los parques de El Batán, La Carolina, La Circasiana, Matovelle, en la Plaza Grande, El Panecillo (Shungoloma, como le llamaban los antiguos), en el parque de la Magdalena, Santa Anita 2, Chillogallo, Itchimbía y en el parque Lineal. Este conjunto escultórico fue trabajado a mano, en piedra originaria del volcán Pichincha.
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